El logo no es la marca, eso está claro, pero representa una parte visual muy importante de ella y por esa razón deberíamos prestar atención a ciertas pautas que podrían estar restando impacto a nuestro logo y por lo tanto a la imagen de la empresa.
En la estrategia de branding, ya sea que se contrate una agencia o tengas un experto en diseño en tu empresa, hay que evitar lo siguiente:
1. No lucir profesional
Sí, hay que ahorrar, en eso estamos de acuerdo, pero sacrificar un elemento tan importante no sería lo mejor. El logo es el corazón de la parte visual del branding y por lo tanto tiene que verse profesional.
2. Basarse en tendencias
Sabemos que las tendencias marcan el ritmo en los negocios, pero ante todo está el espíritu de la empresa y bajo esa premisa deben tomarse las decisiones a la hora de crear un logo.
3. No cuidar la calidad
Imágenes de mala calidad son fatales para la imagen de la empresa, demuestran descuido y falta de interés y esas ideas serán asociadas a tu marca: ¡cuidado! Una buena estrategia de branding jamás aceptará nada menos que excelente.
4. No ser único y original
En internet circulan miles de imágenes de uso libre y se puede recurrir a ellas en algunos casos, pero el diseño de tu logo no es uno de esos casos. Tu logo debe ser único y original como tu marca, no una copia barata de tantas como las hay.
5. Olvidar la sencillez
Un logo muy saturado, en lugar de transmitir muchas ideas, no transmite nada. No te olvides que la sencillez está por encima de los diseños demasiado elaborados o sobresaturados. Por eso el minimalismo es una tendencia de diseño cada vez más requerida.
6. Falta de identidad
Por otro lado, por encima de todas las modas y tendencias, lo más importante que debe reflejar el logo es lo que querés que la gente piense de tu empresa. La falta de identidad es un error fatal a evitar a toda costa.
En definitiva, emprender es una gran aventura, una muy riesgosa, por eso en cada paso debe cuidarse cada detalle. En este caso, el logo es uno de esos detalles que no se pueden menospreciar porque podría dañar lo que con tanto esfuerzo quieres construir.