Si hablamos de ser líder de un sector en particular, podemos referirnos a Starbucks, tal vez la empresa de café con mayor éxito en todo el mundo. Se creó en 1971 y desde entonces hasta hoy, con épocas mejores y no tan buenas en ocasiones, ha inaugurado más de 26.000 sucursales en 75 países.
Antes que nada, ¿cómo se hace para continuar siendo el líder?
El principal secreto para mantenerse en la cima es innovar, es estar buscando siempre diferenciarse de la competencia con nuevas propuestas. Esto permite estar un paso adelante del resto. Sin embargo, innovar puede representar riesgos pero a en sí brinda ventajas que pueden generar valor y mejores experiencias al usuario.
En el caso de Starbucks, a pesar de ser una cadena con múltiples sucursales se adapta con la transformación de bebidas y modificación de los blends de acuerdo a los gustos y tradiciones de cada lugar. Por ello, es que sin perder la esencia de la marca, ajusta la decoración y los gustos de sus propuestas a las costumbres y el paladar de cada región.
Ventajas
- Al no tener una competencia fuerte se consigue los mejores márgenes sobre el producto ofrecido
- Crear barreras que compliquen aproximarse a la competencia
- Tener una cartera de clientes fidelizados, conocer gustos y tendencias. Tomar decisiones a futuro en base a la experiencia adquirida.
- Los conocimientos adquiridos de costos permiten ajustarlos para beneficiarse ante la competencia.
- El producto líder, puede generar el impulso para una línea de productos paralelos.
- Por ser el primero, es a quién se le acercan ante todo, ya sea proveedores y canales de distribución. Gracias a ello se pueden formar las mejores estrategias y acceder a propuestas exclusivas.
Desventajas
- Ser el número 1 puede traer como consecuencia tener el rechazo y las críticas de aquellos que nos siguen desde atrás.
- Recibir el ataque de la competencia que pretende estar en el lugar que ocupamos.
En definitiva, así es como el americano puede pedir un café para llevar en Starbucks, mientras el francés disfruta de un expresso mucho más suave, sentado cómodamente en una mesita del local, y el británico pide un latte que es el más fuerte de todos. No importa dónde, lo importante es adaptarse a las necesidades de los consumidores e innovar para alcanzar ¡más y mejores objetivos!
