En los últimos veinte años el mundo del marketing y la publicidad vivió una eclosión de nuevos recursos y tendencias que cambiaron vertiginosamente la forma en la que se constituye una campaña publicitaria.
La mira está puesta en el receptor y las múltiples herramientas para conocerlo mejor y diseñar piezas cada vez más ajustadas a nuestro target. ¿Cómo podrá seguir evolucionando este mundo?
Nuestra experiencia en el campo nos permite vaticinar cuatro grandes rasgos de cómo será la publicidad en el futuro no tan lejano:
1. Estrategias orientadas
Con el aumento de las herramientas de análisis de Big Data podemos predecir que la publicidad del futuro conocerá mucho sobre su público y utilizará esa información en virtud de la venta.
Al conocer sobre los gustos de nuestro target, su comportamiento, las pautas de compras, etc., podemos augurar estrategias de marketing muchos más segmentadas y específicas para cada grupo de posibles compradores. O, ¿por qué no?, publicidad para cada cliente en particular.
2. Proyectos más eficientes y útiles
Con el devenir de las nuevas tecnologías también experimentamos una eclosión de sobreinformación publicitaria que satura a los posibles consumidores y los espanta más de los que los seduce.
Es una situación muy usual que más de uno ha vivido en páginas de Internet de mucho tráfico ó empresas que llenan nuestra casilla de mails de correo que directamente marcamos como spam sin leer.
Para que esto no suceda, las empresas tenderán ha realizar publicidad más eficiente cuyo contenido resulte de valor para los clientes. La investigación respecto de los gustos del público se conjugará con una mayor importancia de la construcción de piezas de publicidad valiosas para ese target bien definido. El content marketing será clave para el éxito.
3. Boom de mensajes subliminales
No es nada nuevo saber que la publicidad se inmiscuye entre líneas en diferentes soportes, principalmente en la industria cultural. Desde antaño desde los comics hasta las películas nos han intentado vender valores de los productos de forma indirecta, como FedEx y Wilson en la película “Náufrago” mostrándonos una excelente historia a través de un gran anuncio de estupenda producción.
Con los nuevos formatos audiovisuales y la nueva relación del público con las producciones, podemos vaticinar que las tandas publicitarias carecerán de efectividad en los próximos años por lo cual la lata de Coca Cola en manos de nuestro actor favorito al momento de besar la heroína de la historia, será mucho más usual y más valioso que un segundo de propaganda convencional en el prime time de la TV.
4. Interacción como motor
Por último, podemos afirmar que la publicidad plana bidimensional tendrá a caer en la obsolescencia en la medida que la tecnología desarrolla más y nuevas herramientas capaces de dialogar con la audiencia.
No solo se trata de que el producto comercializado porte un mensaje para el cliente, sino también de la posibilidad de leer lo que el consumidor tiene para contarnos, por ejemplo al participar en una propuesta de campaña digital interactiva o en la lectura constante de sus reacciones ante los estímulos publicitarios.
La publicidad del futuro tendrá la posibilidad de ajustar rápidamente su estrategia y nutrirse constantemente de las acciones de los usuarios.
Para cerrar, podemos agregar que las marcas que sepan aprovechar los nuevos recursos y adaptarse a los cambios podrán adquirir grandes beneficios. Seguramente, sigamos viendo en pantalla grande a los gigantes del branding que marcan tendencia con su impronta.