El branding no es una guerra por construir mejores marcas, sino que se trata de una batalla para conseguir mejores percepciones sobre ellas. ¡Conocé cómo trabajan los especialistas!
El experto en branding Carlos Puig Falcó nos invita a partir de la base de que la diferenciación entre productos es cada vez menor y que es difícil encontrar realidades objetivas que demuestren que nuestra oferta supera a la competencia más directa.
Según describe, la distinción se alcanza en la mente de los clientes, convirtiendo una percepción en una realidad. Por este motivo es posible afirmar que una marca es lo que los demás piensan de ella y no lo que desde la empresa se dice que es.
En otras palabras, el verdadero engagement se consigue a través de potenciar determinados sentimientos, fruto de las percepciones que la marca genera en cada individuo a lo largo de los múltiples puntos donde entran en contacto.
La percepción de una marca se convierte en la imagen real que de ella tienen las personas. Al respecto, Puig Falcó enumera al respecto 4 pasos para conocer en qué estado estamos con nuestro branding:
1. Analizar la realidad
Es el punto de partida de toda estrategia, se trata precisamente de comprender qué es lo que la gente piensa sobre la marca. La escucha activa permitirá detectar qué dicen de ella, si la recomiendan o critican.
2. Comprender al cliente
Las opiniones detectadas en el paso anterior solo pueden ser interpretadas a partir del conocimiento la audiencia y su contexto. Las percepciones varían enormemente en base a posibles segmentos culturales, geográficos o demográficos.
3. Identificar los puntos de contacto
La percepción de marca se inicia desde el interior de la compañía y cada punto de contacto con la marca puede tomar un determinado rol en la relación con los clientes.
4. Minimizar el gap de realidad
Este paso se trata de alinear promesas con realidades, fruto de proyecciones, experiencias, sensaciones, emociones y vivencias propias o compartidas. Es preciso medir el efecto causado con cada acción.
Analizar las percepciones no es tarea sencilla. En la mayoría de ocasiones se obtienen los datos a partir de lo que los clientes dicen pero, tal como revelan algunos estudios en neuromarketing, muchas veces no dicen lo que verdaderamente piensan sino lo que creen que deben pensar. El reto está en descifrar las realidades y ver de qué modo se establece el vínculo con la marca.
Fuente: Branderstand
