Transmitir un mensaje, valores e identidad de marca a través del packaging no son tareas fáciles, requieren un gran tiempo de análisis y un arduo trabajo, pero aún así, no es tan complicado como transmitir emociones.
Las emociones son tan subjetivas, que llevan un trabajo más delicado, pero aún así posible de lograr. Conectar emocionalmente con el cliente a través del packaging ayudará a motivar una decisión de compra positiva y es por ello que debemos implementarlo.
Si querés transmitir emociones con el packaging habrá que llevar a cabo los siguientes consejos:
Segmentación efectiva
La segmentación nos permite identificarnos con los sectores de la población que constituyen nuestro público objetivo. A través de ella sabemos quiénes son, dónde están y cuáles son sus intereses. El diseño del packaging tomará en cuenta los gustos e intereses particulares de estos sectores ayudando a conectar emocionalmente con ellos.
No podemos conectar emocionalmente con alguien a quien no conocemos, por eso la segmentación es importante en este punto.
Empatía
La simple capacidad de ponernos en lugar de otros para identificarnos con sus emociones en una situación determinada, es utilizada en el marketing emocional para poder llegar a las personas con un mensaje que ellos pueden entender.
Ya que la mayoría de las decisiones que tomamos las hacemos con una base emocional y en las compras no es diferente. Ponernos en lugar de los clientes nos ayuda a diseñar empaques que puedan tocar la fibra sensible de las personas y tener una reacción positiva hacia nuestro producto.
La importancia del diseño gráfico
El diseño gráfico es una combinación de lo estético y lo emocional. Las emociones que transmiten los colores y ciertas tipologías, combinados con los resultados arrojados de la segmentación y los análisis de mercado, ayudarán a crear empaques que sean capaces de conectar emocionalmente con el público y determinar el éxito en el momento culminante de la decisión de compra.
No olvides que el objetivo es transmitir emociones con el packaging a nuestros clientes, no nos dirigimos a robots sin emociones, sino a personas con problemas y necesidades. Por eso las emociones deben ser parte de todas nuestras estrategias, de manera muy especial el packaging por que este constituye un punto de contacto con el cliente y debe ser desarrollado de una manera más significativa.
