El alfajor es una golosina de origen español pero que adquirió su propio estilo en Latinoamérica, en especial en Argentina, con un toque distintivo que no se encuentra en ningún otro lugar del mundo.
Es así que, este ícono nacional merece un packaging que acompañe su distinción y muchos emprendimientos han sabido darle las vestidura que merecen.
Es muy común que argentinos en el exterior extrañen los alfajores de su país, así como también es el producto insignia de recuerdo para compartir como souvenir después de unas vacaciones. ¿Cómo el packaging puede intervenir en esta relación de mística argentina de sabor y nostalgia?
Sin entrar en la discusión sobre cuáles son los mejores alfajores del país, aquí seis increíbles packagings que agregan valor a estos productos únicos en el mundo.
1. San Telmo (Buenos Aires)
En línea con el concepto de un producto ícono de Buenos Aires, el alfajor San Telmo llevó los firuletes emblemas de la ciudad porteña a su branding y diseño de envolturas.
2. Arte Gourmet (Córdoba)
La propuesta de colores simples y planos con una tipografía cursiva a modo de firma dan cuenta de un packaging que representa una obra de arte que lleva, además de un sabor autóctono, también un toque de autor.
3. Antigua Colón (Entre Ríos)
Con un formato de lata, este diseño demuestra elegancia y personalidad con una conjunción del dorado y un fucsia eléctrico con la mira puesta en ser un producto destinado a los turistas de la ciudad termal.
4. Estaful (Tandil – Buenos Aires)
Este emprendimiento de la región serrana bonaerense hace homenaje a su historia en la Estación de trenes de Fulton. El diseño del packaging de la caja de alfajores no solo muestra el producto, sino parte de su impronta pueblerina con una gama de colores ténues, un mapa y el distintivo nomenclador de su ciudad natal.
5. El Bolsonero (El Bolsón – Río Negro)
Esta propuesta de packaging única implica un envase artesanal reutilizable para guardar en el futuro lo que el consumidor guste, o simplemente constituirse en un hermoso recuerdo de la ciudad.
6. Havanna edición 60 años
Por más que esta firma haya trascendido las fronteras de la ciudad costera, hoy en día su producto no nos deja de remitir a Mar del Plata.
Parte de su éxito se debe a su envoltura en dorado y su caja emblemática que son representativos de la ciudad, a tal punto que inspiró a la reconocida artista plástica Marta Minujín a armar un Lobo Marino gigante hecho de alfajores.
No conforme con su popularidad, para los sesenta años, Havanna lanzó una edición de lujo de material de lata que remontó a sus consumidores a un packaging de época.
El packaging comunica y, en el caso de productos emblemáticos de un lugar, aún más suman valor para contarnos una historia del producto y su marca. El recuerdo inolvidable de unas vacaciones siempre es mejor cuando nos llevamos también con nosotros un poco del sabor y la cultura de la región que visitamos.