Cuando hablamos de diseño editorial nos referimos a mucho más que la forma de presentar un texto. No sólo se trata de ornamentar la apariencia del material, sino también de una herramienta vital para estimular el interés por el contenido, facilitar la lectura y brindarle al escrito coherencia con la comunicación visual. Veamos algunos tips fundamentales de este campo de trabajo.
El diseño editorial implica la maquetación de libros, revistas, folletos institucionales, periódicos, house organ, dossier, etc. Su proceso de elaboración reúne diferentes etapas de corrección y ajuste hasta llegar al resultado final, donde se conjugan varios ítems. Los elementos básicos de un diseño editorial son:
- El texto: Títulos, subtítulos, destacados, cuerpo y epígrafes
- Las imágenes: fotografías, los iconos, y los vectoriales.
- La retícula: comprendida como la estructura en dos dimensiones de líneas verticales y horizontales sobre las cuales se organiza el escrito y los paratextuales.
Sin embargo, los profesionales en diseño sabemos que hay más cuestiones para tener en cuenta cuando se piensa una presentación editorial. Un esquema más amplio del trabajo abarca los siguientes elementos:
- La investigación del público objetivo: los gustos, atracciones, intereses, etc. del target hacia el cual está dirigido el proyecto editorial.
- Los materiales y soportes con los cuales se estipula plasmar el contenido. Conocer las diferentes ofertas de productos editoriales es menester para sorprender con propuestas originales que rompan con lo tradicional del diseño.
- Tipografías: Su correcta selección será clave para el éxito del proyecto. Optar por una tipografía ilegible o que no mantiene coherencia con el contenido del texto, representa un fracaso inmediato. Mientras que, una tipografía novedosa y que tenga armonía para la lectura será un mimo para nuestro público.
- El presupuesto con el cual cuenta el equipo de desarrollo. Una suma modesta no implica necesariamente un producto “pobre”. Sin embargo, a mayor presupuesto, mayor será la variedad de posibilidades que los profesionales tendrán para trabajar y crear.
Asimismo, también es preciso pensar el diseño editorial de la era digital. Esta rama ofrece más oportunidades para organizar la información ya sea en una página web, una plataforma social o una bitácora de contenidos.
Los elementos básicos serán ampliados con las posibilidades de utilizar videos, herramientas interactivas, hipervínculos, etc.
Ya sea de forma material o digital, las bases del diseño editorial redundan en la importancia de dotar de carácter e identidad a un texto y aportar desde la comunicación visual a la seducción y agasajo del lector.
