¿Alguna vez te detuviste a observar la góndola de vinos del supermercado? ¿Cómo decidir qué botella llevar? ¿Según el corcho, la información que detalla, el tipo de uva, el tipo de cosecha? ¿Cuánto influye la creatividad de la etiqueta en la elección?
Aquí presentamos una selección de las cinco mejores etiquetas para botellas de vino que exhiben diferentes conceptos con distintos targets pero con la misma lógica: destacarse, captar la atención y conquistar al consumidor con suma creatividad.
1. McGuigan’s 20th Anniversary: Prestigio y elegancia
Para la etiqueta de la edición del 20 aniversario de McGuigan, Stranger & Stranger se inspiró en la formación de pasteles de cumpleaños y diseñaron una presentación blanca sin tinta, con relieve y una textura suave y sensible al tacto.
2. Pink Glasses: lúdico y juvenil
La firma polaca de diseño Luksemburk presentó un concepto con energía creativa en la etiqueta que invita a ver el mundo de color de rosa a través de la botella.
3. Figula Family: juego de formas
Un trabajo de la diseñadora húngara Éva Valicsek, para la bodega familiar Figula dibuja con las letras dos dimensiones de lectura: el círculo exterior representa el logo de la finca, mientras que al interior se lee el tipo de vino según se trate de un cabernet, merlot, muscat, etc.
4. Vino Loco: personificación literal
La agencia creativa LOLA Madrid rediseñó la estructura de la etiqueta para el vino Blanco “Loco” de la Bodega Canopy. Literalmente vistió la botella con una camisa de fuerza para darle a este producto el vestuario propio de su personalidad.
5. Lazarus Wine: coherencia con el producto
Este proyecto vitivinícola español de Syrah y Merlot, presenta un método sensorial de producción. En sintonía con la elaboración, la gráfica diseñada por el estudio madrileño Baud, acompaña el espíritu del producto con una original etiqueta en código Braille.
El diseño de las etiquetas de vino tienen gran parte del éxito de la comercialización. Una propuesta creativa y original debe romper con los esquemas tradicionales pero sin descuidar su público objetivo, para vincular el perfil del consumidor con el espíritu del producto.
Es definitiva, una etiqueta creada por profesionales completará la excelencia del vino y asociará su sabor con la personalidad del destinatario.