Como hemos mencionado en diferentes oportunidades, el packaging de un producto es mucho más que un envase contenedor. Además de las funciones de proteger y transportar el producto para que llegue a su destinatario en condiciones óptimas, también es el responsable de distinguirlo para atraer al consumidor.
Un buen packaging comunica las características del producto, informa sobre los beneficios y logra sumar identidad. Un recurso en tendencia es la implementación de propuestas creativas con un doble uso del empaquetado que le agrega valor a su elección y extiende su vida útil.
¿Por qué es una buena opción un packaging de doble uso?
Por un lado, el diseño estructural de un packaging de doble uso resuelve alguna situación vinculada al circuito de comercialización del producto u optimiza el mismo a través de alguna ventaja competitiva. Por ejemplo, la caja de pizza.
El packaging de doble uso brinda más posibilidades al cliente sumando valor y atractivo e incentiva la diferenciación de la marca frente a la competencia con un mensaje sustentable de conciencia ecológica a fin de reducir los residuos y aprovechar los recursos.
A continuación, cinco ejemplos de doble uso del packaging:
1. De pote de miel a maceta
El tarro de Stanley Honey diseñado por The Partner no solo parece una maceta, sino que invita a los consumidores a que adquiera dicho fin una vez terminado el producto.
2. Hangerpak – Directo al ropero
El diseñador Steve Haslip obtuvo el primer premio en la D&AD Student Awards 2007 al implementar el concepto del doble uso de packaging en una caja para enviar remeras por Internet que luego se convierte en percha siguiendo las indicaciones del envase.
3. La bolsa de compras que jamás se tira
‘Never Wasted’ se puede reutilizar de más de una manera. Como regla, señalador, juego de mesa, o bolsa nuevamente.
4. El vino ideal para una velada romántica
La caja de vino diseñada por Ciclus propone para un regalo corporativo de Hera Holdings un packaging que luego se transforma en porta lámparas de luz tenue y marcada elegancia.
5. Envase sin desperdicio
No solo es un producto de bajo consumo, sino que Flicker además brinda un packaging que que se transforma en un kit 100% reciclable a través del cual se puede montar un portalámparas.
Estos packagings de doble uso son solo ejemplos de un inmenso mundo de oportunidades que se abre a través de este concepto sustentable para pensar envases que perduran en el tiempo y en la mente del consumidor.