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¿Qué pasaría si nuestra empresa fuera una persona, alguien con quien podrías  tomar un café, salir a almorzar, o dejar a su cuidado a tus hijos?¿Cómo lograr esas características humanas para conformar su identidad? Esta idea es el motor para la personalización como un camino de branding.

En la tarea de pensar, definir y construir nuestro branding, no sólo se debe considerar los colores que vamos a usar, nuestra tipografía, los objetivos de mercado, sino también los aspectos humanos. Al público le va a interesar quién eres más de lo que eres.

Se trata, entonces, de edificar la marca desde el interior hacia el exterior. Conectarnos con los aspectos que deseamos transmitir, los rasgos representativos de nuestros clientes y los elementos simbólicos que nos unen a ellos, más allá de una declaración de misión, visión y valores.

La personificación del branding es un método convincente e intuitivo para dar un paso introspectivo y obtener información sobre quienes somos y qué impresión generamos en nuestro público.

Es preciso señalar, que este enfoque de trabajo no es excluyente para grandes corporaciones que estudian minuciosamente al consumidor; también es aplicable a organizaciones sin fines de lucro y pequeñas empresas, donde la reputación es fundamental para el éxito..

¿Cómo pensar nuestro branding desde la personalización en cuatro pasos?

1. Explora la personalidad de la marca

Se trata de responder preguntas básicas para definir cómo nos imaginamos a la marca si fuera una persona: ¿Cuál sería su género? ¿Qué edad tendría? ¿Sería sociable? ¿Es de confiar? ¿Tiene algún grado de formación educativa? ¿Está casado o casada? ¿Cómo pasa el tiempo libre?

Todas las preguntas que se te ocurran para conocer a alguien. No solo se deben buscar rasgos positivos, como toda persona debe tener defectos y debemos encontrarlos.

2. Preguntar ¿por qué?

Consiste en hacer un seguimiento de las respuestas obtenidas en el paso anterior e intentar responder por qué se llega a esa idea de persona. ¿Qué hacemos o no hacemos como marca para obtener esa identidad externa?

3. Visualizar la marca

Escribir en la pizarra un nombre que se ajuste a la personalidad a la que hemos llegado, no necesariamente debe ser el nombre de la marca. Darle un rostro a ese nombre, una vestimenta, unos colores, rasgos.

4. Evaluar el resultado, quién eres y quién quieres ser

Al comprender quién es nuestra marca y el lugar que ocupa, podemos formular estrategias de marketing efectivas. Si somos muy introvertidos y queremos tener más amigos, ¿Cómo lo haremos?

Tres ejemplos de empresas que han potenciado rasgos humanos:

  1. Coca Cola: Identidad sinónimo de la alegría, familiar, sociable, cálido.

personalización como estrategia de branding

  1. Luchetti: Mamá real. Imperfecta, práctica, moderna, con humor.

mama luchetti

  1. Apple: Profesional, exitoso, sofisticado, elegante.

estrategia de branding

Reconocer los rasgos humanos que tenemos en nuestro branding y los que deseamos obtener es un desafío que nos encamina para incorporar el núcleo esencial de una identidad de marca que será el motor para definir nuestra personalidad y sostenerla en la representación social en el tiempo. La reputación de una compañía, su personalidad externa, dicta el éxito de la marca.

Fuente: Marketing Profs y Modo Agency.


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Editor: Rody

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