Entender por qué es importante invertir en el branding de nuestro producto, es comprender el poder diferenciador de la marca en un mercado cada vez más competitivo. El valor intangible que sumamos con una buena imagen será vital, y por ello es importante conocer las etapas de su desarrollo.
En primer lugar, es necesario los elementos que componen el branding:
- El Nombre, o naming por la incorporación del término anglosajón en el mundo del marketing
- La identidad corporativa
- El posicionamiento
- La fidelidad de marca
- Arquitectura de marca
Pero ¡atención! Para definir todos estos elementos es preciso avanzar por diferentes escalones en la construcción de nuestro branding de producto:
1. Investigación de mercado
Todo proyecto de negocio nace de una idea principal, pero nunca podrá alcanzar el éxito si no cuenta con una primera investigación de mercado que defina la ruta que nuestro producto debe seguir. En esta instancia inicial, es necesario que tengamos en claro los siguientes ítems:
- El público al que deseamos llegar
- La necesidad de mercado que el producto va a satisfacer
- Cómo vamos a llamar a nuestro producto
2. Definirnos
Se trata de dibujar en nuestras mentes la identidad de nuestro branding y los mensajes que queremos comunicar. Una estrategia muy usada es pensar a nuestra marca como una persona y, a partir de allí, identificarla con valores, características, emociones, acciones, etc.
3. Manos a la obra
Pasar la idea a un diseño que comunique lo que queremos transmitir hacia nuestros clientes. Es la hora de plasmar los atributos que ideamos sobre nuestra marca y hacerlos materiales a través de piezas gráficas como el logotipo, los colores con los que vamos a vestir la marca para su presentación pública, la tipografía y los valores y las emociones con las cuales buscamos asociarnos.
4. Testear el producto
Este escalón es muchas veces pasado por alto, sobre todo en pequeñas empresas. Si vamos a invertir en branding, es preciso que lo hagamos como los profesionales y hacer evaluar dentro de un público reducido las impresiones que nuestros productos de identidad corporativa reflejan.
Esta instancia nos permite tener una segunda opinión, observar la decodificación de los mensajes y ajustar los tornillos que sean necesarios antes de salir al escenario con lo mejor de nosotros.
5. Mantener vivo nuestro espíritu
El branding es mucho más que la identidad visual de la marca, implica la concepción de nuestra empresa en las diferentes esferas del mundo de los negocios. Por este motivo, es importante que nos mostremos en sintonía en cada mensaje. Las publicidades, los patrocinios, las alianzas, las actividades comerciales, nuestra web y hasta los packagings de nuestros productos forman parte de la venta de nuestra marca.
¿Listos para invertir en branding? 🙂 Sin duda alguna, la construcción de la imagen de marca es clave para resaltar en el mercado y no podemos darnos el lujo de descuidar este punto central del negocio.